lunes, 16 de noviembre de 2009

¿QUE ES LA ECONOMIA?

Economía (administración de una casa o familia, de οiκος (casa, en el sentido de patrimonio)’ y νέμεωιν (administrar) es la ciencia social que estudia las relaciones sociales que tienen que ver con los procesos de producción, intercambio, distribución y consumo de bienes y servicios, entendidos estos como medios de satisfacción de necesidades humanas y resultado individual y colectivo de la sociedad. Otras doctrinas ayudan a avanzar en este estudio: la psicología y la filosofía intentan explicar cómo se determinan los objetivos, la historia registra el cambio de objetivos en el tiempo, la sociología interpreta el comportamiento humano en un contexto social y la ciencia política explica las relaciones de poder que intervienen en los procesos económicos.

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LA BANDA CAMBIARIA


La banda cambiaria es un sistema utilizado por los gobiernos de los países para controlar el valor de la tasa de cambio. La tasa de cambio es la relación existente entre una moneda local y otra moneda extranjera. Por ejemplo se dice que aumenta la tasa de cambio cuando se debe dar más cantidad de la moneda local por una unidad de la moneda extranjera; es decir, el valor de la moneda extranjera aumenta con relación a la moneda local, lo que implica que se produzca una devaluación de la moneda local. Al efecto contrario se le llama revaluación de la moneda local.
Este sistema de control establece unos límites (máximos y mínimos) dentro de los cuales se debe encontrar la tasa de cambio. El límite máximo se llama el “techo” de la banda cambiaria y el límite mínimo se llama el “piso” de la banda cambiaria. Detrás de esta banda cambiaria existe una teoría de oferta y demanda de dinero. Cuando la tasa de cambio alcanza el techo de la banda, es decir, que los dólares son escasos y el precio está subiendo, el Banco de la República vende dólares que tiene en reservas. Cuando esto sucede, en el mercado ya no hay escasez de la moneda extranjera y, como ya no es difícil comprarla, el precio de ésta baja y la tasa de cambio vuelve a estar dentro de los límites establecidos. Lo contrario sucede cuando la tasa de cambio se encuentra en el piso de la banda cambiaria (o sea que hay abundancia de dólares en el mercado), caso en el cual el Banco de la República compra dólares, así, los dólares ya no son tan abundantes en el mercado y el precio de estos sube, ubicando la tasa de cambio de nuevo en la banda.
El nivel en el que se encuentre la tasa de cambio es muy importante para el país.
Estos cambios de valor en la tasa de cambio tiene grandes consecuencias a nivel de la economía: Para los países o las empresas que tienen deudas en monedas extranjeras dólares por ejemplo si la tasa de cambio aumenta, el valor real de su deuda, aunque sea la misma (en la moneda extranjera), no va a ser el mismo respecto de la moneda local porque las empresas y los países necesitarán obtener más recursos en la moneda local para pagar el mismo valor de la deuda en dólares, de modo tal que la deuda será más costosa.
A nivel del comercio internacional, estos cambios en el valor de las monedas también tienen una gran importancia. La mayoría de los negocios a nivel internacional se realizan en una moneda predominante (como por ejemplo el dólar). Una muestra de ello es que a las empresas que venden productos colombianos en el exterior (exportan) les pagan estos productos en dólares. De la misma forma, aquellas empresas que compran productos en el exterior para traerlas al país deben pagar estas mercancías también en dólares. ¿Qué pasa si la tasa de cambio aumenta? Que los exportadores, a la hora de cambiar el dinero que recibieron en dólares a pesos colombianos van a obtener más pesos por esos dólares y eso aumenta sus ganancias. Lo anterior los incentiva a reducir el valor de los productos exportados y así vender mas en el exterior, haciendo los productos colombianos más competitivos a nivel internacional. Por el contrario, los importadores deben conseguir más pesos colombianos para comprar una cantidad igual de dólares y poder pagar sus importaciones. Como consecuencia, los productos importados pierden competitividad porque deben ser vendidos a un mayor precio.
Por estas razones, cuando aumenta la tasa de cambio (se devalúa el peso colombiano), los exportadores celebran, pero los importadores, los turistas que viajan al exterior y los que tienen deuda en monedas extranjeras no.
Desde 1994, en Colombia se estableció un régimen de banda cambiaria, que representa un esquema intermedio entre un régimen de tasa de cambio fija (en la cual el valor del dólar no cambia) y uno de flotación libre. El 25 de septiembre de 1999 fue eliminado el sistema de banda cambiaria y se pasó a un sistema de libre flotación

¿QUÉ PASARÁ CON LOS SALARIOS DE LOS TRABAJADORES? ¿ES CIERTO QUE DISMINUIRÁN CON EL TLC?

El principal objetivo para Colombia al negociar el TLC es crear condiciones favorables para nuestro comercio con Estados Unidos que generen mayores y mejores empleos y, por consiguiente, mayor crecimiento económico y bienestar para la población en general.
Así como las preferencias comerciales del ATPDEA han generado mayores empleos formales, el TLC, que incluye más bienes y servicios y no está limitado en el tiempo, nos ayudará a crear más puestos de trabajo, con salarios justos y todas las prestaciones de ley.
En el TLC los países se obligarán a hacer cumplir su legislación laboral y a no desmejorar las condiciones de los trabajadores para ganar competitividad. La experiencia internacional ha demostrado que los países que se han integrado al comercio internacional han logrado aumentar los salarios de los habitantes.

¿QUIÉNES SERÁN LOS MAYORES BENEFICIARIOS DEL TLC?

El TLC genera oportunidades para todos los colombianos, sin excepción, pues contribuye a crear empleo y a mejorar el desempeño de la economía nacional. Inicialmente beneficia a los sectores exportadores porque podrán vender sus productos y servicios, en condiciones muy favorables, en el inmenso mercado estadounidense. Pero no sólo a los exportadores. También a todos los demás productores nacionales porque al aumentar las exportaciones se incrementa el empleo, aumenta el ingreso promedio de las personas y la gente va a tener mayor capacidad para consumir lo que se produce en el país.
Igualmente se beneficiará la población más vulnerable porque, además de que gozará de las nuevas oportunidades que brinda una economía fortalecida, podrán financiarse más programas de carácter social que hagan realidad los derechos consagrados en la Constitución.

¿ES EL TLC LA RECETA PARA SACAR ADELANTE EL PAÍS?

Es una parte de la receta, pero no toda. El TLC solamente no es suficiente para incentivar el crecimiento de la economía colombiana, pero sí es una herramienta fundamental para lograrlo, la cual debe unirse a otros programas y estrategias para mejorar nuestra infraestructura productiva, aumentar la competitividad, y controlar y hacer más eficiente el gasto público.
El objetivo es llevar al país a tasas de crecimiento anuales superiores al 5% (hoy por hoy estamos creciendo al 4%) que permitan disminuir sustancialmente el desempleo, aumentar el gasto social y mejorar la calidad de vida de todos los colombianos.

¿Y QUÉ PASA SI NO FIRMAMOS EL TLC?


Sería un suceso infortunado, pero tampoco una catástrofe. De cualquier forma, debemos tener muy claro que, si no firmamos el TLC, los países que sí han negociado sus tratados con Estados Unidos, con condiciones favorables para el ingreso de sus productos a dicho mercado, como México, Chile, República Dominicana y los países centroamericanos, tendrán mayores ventajas que Colombia y nuestras exportaciones se verían seriamente afectadas.
Los compradores estadounidenses preferirán adquirir productos mexicanos, chilenos, dominicanos o centroamericanos antes que los colombianos, porque aquellos les resultarán más baratos.

¿ESTAMOS OBLIGADOS A FIRMAR EL TLC CON ESTADOS UNIDOS?


Firmar el TLC con Estados Unidos no es obligatorio. Si el gobierno colombiano lo está negociando es porque está convencido de sus bondades para la economía del país y el bienestar de sus habitantes, pero si el texto a que se llegue no resulta satisfactorio para los intereses nacionales, no se firmará. EL TLC SÓLO SE FIRMARÁ SI RESULTA CONVENIENTE PARA EL PAÍS.
El TLC se negocia entre Estados soberanos e independientes, en pie de igualdad. Se hacen concesiones mutuas, pero se busca siempre defender y sacar adelante los intereses nacionales. A pesar del mayor peso económico de Estados Unidos frente a Colombia, jurídicamente somos sujetos equivalentes y como tales negociamos.

COLOMBIA Y SUS DEMAS TRATADOS

Desde hace más de 30 años nuestro país tiene vigente un tratado de liberalización comercial con los otros cuatro países de la Comunidad Andina (Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela) y, recientemente profundizó sus relaciones con los países miembros del MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay).
Además, desde hace once años tiene suscrito un acuerdo de libre comercio con Chile y otro con México y Venezuela, en el marco de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).
Gracias a estos tratados, hoy los productos colombianos ingresan a todos los países de Suramérica (menos las Guyanas) y a México en condiciones ventajosas de competitividad, sin pagar impuestos o pagando muy pocos, lo que permite que se vendan más.

PRINCIPALES OBJETIVOS DEL TLC CON ESTADOS UNIDOS


1- Mejorar el bienestar social mediante un crecimiento económico sostenido, jalonado por un incremento de las exportaciones y por mayores flujos de inversión.


2- Alcanzar preferencias comerciales que permitan a los exportadores colombianos participar en igualdad de condiciones en las compras que se realizan en los demás países.

3- Incrementar y consolidar las ventas de nuestros bienes y servicios en el exterior.

4- Ofrecer a los inversionistas un ambiente de negocios favorable.

5- Buscar mecanismos definidos en relación con las ayudas que los países les brindan a sus productores, con el fin de encontrar igualdad de condiciones y no crear desventajas frente a los países que proveen dichas ayudas.

COLOMBIA Y SU TLC

El 9 de mayo de 2006 los Gobiernos colombiano y estadounidense publicaron los textos del Tratado de Libre Comercio acordado entre los dos países (faltando algunas partes del Capítulo de Agricultura). Ya desde el cierre de la negociación, dos meses atrás, se sabía que el Capítulo de Propiedad Intelectual de ese acuerdo internacional era idéntico al negociado en diciembre de 2005 entre Estados Unidos y Perú, inclusive en sus cartas adjuntas y entendimientos anexos. La publicación del texto del capítulo nos permite confirmar ese decir, encontrando pocas novedades: algunas diferencias en plazos de transición para la adopción por Colombia de ciertas obligaciones y dos cartas adjuntas que se explicarán luego.En lo demás, las obligaciones son idénticas a las acordadas en su momento por Perú: Colombia se comprometió a adherir a siete tratados internacionales de propiedad intelectual administrados por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), entre los que se destacan el Protocolo de Madrid sobre Registro Internacional de Marcas, el Tratado del Derecho de Marcas (TLT) y el Convenio UPOV 91. En materia de patentes, Colombia se comprometió a realizar esfuerzos razonables para patentar plantas y en compensar a los titulares de patentes cuando sus solicitudes se demoren más de cinco años en la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC). Aquí encontramos una de las pocas novedades acordadas individualmente por Colombia: el país asumirá esa obligación dos años después de la entrada en vigencia del TLC y además se comprometió por carta adjunta a reducir, a 31 de diciembre de 2008, las solicitudes de patentes pendientes. Esto a través del aumento significativo de los examinadores de patentes (un reclamo expresado de tiempo atrás por la propia SIC) y de la mejora en el entrenamiento de éstos. Otro tema que ha atraído la atención es el de los datos de prueba. Colombia adoptó en los años 2002 y 2003 legislación en la materia; allí confiere una protección de cinco años a datos de prueba de productos farmacéuticos y agroquímicos. Como resultado de la negociación del TLC, se pactó una protección muy similar en materias farmacéuticas (salvedad hecha de un plazo de caducidad para exigir la protección en Colombia) y cinco años más de exclusividad en el uso de datos de prueba agroquímicos, para un total de diez años de protección en este último caso.Fue aquí en donde se firmó la segunda carta adjunta que es novedad en este TLC. Ya el tratado Perú-EEUU incluye una carta adjunta sobre Salud Pública, en la que se señala (por vez primera en un TLC) que las obligaciones del Capítulo de Propiedad Intelectual no afectarán los mecanismos de flexibilización pactados en la materia bajo los auspicios de la Agenda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que atañen a salud pública. Un simple ejercicio de lógica nos informa que esta carta adjunta aplica a todas las especies de Propiedad Intelectual reguladas en el capítulo en cuestión, incluyendo patentes y datos de prueba. Sin embargo, la carta adjunta reitera lo obvio: que aplica a datos de prueba. Sin lugar a duda, una curiosa manera de emplear el capital político en una negociación de esta envergadura. Otras materias de importancia tratadas en el extenso capítulo y que merecen atención fueron las medidas tecnológicas efectivas que protegen el derecho de autor y conexos; la información sobre gestión de derechos, también en esa disciplina; las limitaciones a la responsabilidad de proveedores de servicios de Internet (ISP) por violación de derechos de autor y conexos debida a contenidos que circulan en la red; las indemnizaciones pre-establecidas en caso de infracciones al derecho de autor y falsificación de marcas y las medidas en frontera a cargo de las autoridades aduaneras (y en general, las llamadas medidas de observancia). Estas materias exigen un examen posterior y riguroso que se hará en este medio